Conclusión

En conclusión, mas allá de haber sido comprobada nuestra hipótesis lo que he podido observar yo es que independientemente de lo que la teoría científica, del sentido común o de cualquier tipo de planteo, no se puede sacar de la sociedad el término raza.
La gente en su vida cotidiana no puede diferenciar a la gente sin tener en cuenta sin son “negros”, “blancos”, “amarilos” u otros. Mismo en el deporte, que es el campo que nosotros abordamos, ni siquiera los periodistas se abstraen del término de raza para hablar de los diferentes deportistas.
La diferenciación entre los grupos de personas a través del concepto de raza es, a pesar de ser incorrecto, necesario para permitirle a la gente mostrar y señalar las diferencias físicas que observan. Más allá de cualquier estudio científico, es importante para las personas poder diferenciarse, no necesariamente en forma discriminativa, sino para tener un sentido de pertenencia a algún grupo social determinado.
El concepto de raza está demasiado arraigado y se debería aceptar que se hable de los diferentes tipos de raza por una cuestión cultural que sobrepasa los límites de la ciencia. Si bien en el ámbito de ésta ultima es necesario y correcto que no se hable de las razas, ya que está demostrada su invalidez, en el uso cotidiano debe ser aceptado como lo es hasta ahora ya que es muy difícil sacar un concepto tan tenido en consideración como es el de la raza.
Aunque en nuestro trabajo no se muestra como ayuda este concepto a la gente en el uso cotidiano porque en el deporte lo único que hace es crear falsas explicaciones de resultados que entre otros motivos pueden ser generados por simple casualidad, si se muestra que tan metido está en la gente el concepto que hasta se pueden responder preguntas que requieren de conocimiento sobre el tema.